Aplica un protector solar con factor de protección (FPS) 30 o más, incluso en días nublados. Recuerda reaplicarlo cada 2-3 horas, especialmente si sudas o te mojas.
Usa un sombrero de ala ancha y lentes de sol con protección UV. Estos no solo te protegen del sol, sino que también previenen problemas oculares como cataratas.
Opta por ropa de manga larga, preferiblemente de telas livianas y con protección UV. Esto es especialmente útil si trabajas al aire libre.
Los rayos UV son más intensos entre las 11:00 y las 16:00 horas. Durante este período, busca sombra o reduce la exposición al sol.
El calor y el sol pueden deshidratarte rápidamente. Asegúrate de beber suficiente agua durante el día, incluso si no sientes mucha sed.
Estas son las personas más vulnerables al daño solar. Asegúrate de que usen protector solar, sombreros y ropa adecuada.
Recuerda que protegerte del sol no solo evita quemaduras, sino que también reduce el riesgo de enfermedades graves como el cáncer de piel.